El húngaro Mundruczó triunfa en un Sitges que premia a la argentina "Madraza"

El jurado, que votó por unanimidad a la película ganadora, reconoció que cambiaron sus preferencias ayer mismo, ya que la película fue de las últimas proyectadas.

«Nos gustó la narración visual de historia, tan delicada, y sobre todo, la valentía de contar un tema social desde el género fantástico», comentó uno de los miembros del jurado, el productor estadounidense Gary Sherman,

«Jupiter’s Moon», que participó en la competición oficial del pasado Festival de Cannes, cuenta la historia de un refugiado sirio que, después de recibir varios tiros, comienza a levitar y a realizar «milagros».

Una lectura de la fracturada Europa de los refugiados, salpicada por unos efectos especiales artesanales, «sin cromas, sino con grúas», dijo el director tras conocer el premio.

«La película no es contra Europa, sino para Europa, para aprender de lo que nos pueda enseñar la crisis, que no es algo que nos venga de nuevas», agregó.

Mundruczó explicó que su película es una mezcla, ya que «los géneros puros» se le quedan «vacíos». No es «ni ciencia ficción ni realista, pero por supuesto, su protagonista podría ser un ángel, así que es algo fantástico, sobrenatural, pero también es una critica a la sociedad», matizó.

Una película que se llevó también el galardón a mejores efectos especiales, mientras que «Thelma», del noruego Joachim Trier, consiguió el Premio Especial del Jurado, el de mejor guion -compartido por el director y Eskil Vogt-, y el de mejor cinta europea.

En cuanto al premio Blood Window que distingue a la mejor producción iberoamericana, fue para «Madraza», ópera prima del argentino Hernán Aguilar que cuenta en clave de comedia negra la historia de Matilde, una mujer que queda viuda cuando unos ladrones matan a su marido.

En este apartado, la actriz portuguesa Isabel Zuaa consiguió una mención especial por su interpretación en «As boas maneiras», una producción brasileña dirigida por Juliana Rojas y Marco Dutra.

Un filme que se llevó asimismo el premio José Luis Guarner, que concede la crítica, ex aequo con «The Killing of a Sacred Deer», el salto al cine de género del griego Yorgos Lanthimos.

La francesa Coralie Fargeat, que debuta en el largometraje con «Revenge», consiguió el premio a mejor directora, y además se llevó el Citizen Kane a la mejor dirección novel.

En el campo de las interpretaciones, la indonesia Marsha Timothy se alzó con el de categoría femenina por «la energía que ha transmitido a su personaje, motor de la historia», en «Marlina the Murderer in Four Acts», y el británico Rafe Spall el masculino por «The Ritual».

El mejor director de fotografía fue Andrew Droz Palermo, por «A Ghost Story», filme que también se alzó como el preferido del jurado joven.

Y la mejor película asiática fue la surcoreana «A Special Lady», de Lee An-Kyu, con una mención especial para «Marlina the
Murderer in Four Acts», de Mouly Surya.

Por su parte, el público introdujo en el palmarés la única cinta española, «Matar a Dios», de Pintó & Caye (Alberto Pintó y Caye Casas), que también consiguen el premio al mejor cortometraje con «R.I.P.».

Un palmarés «europeo» y «femenino» del que se siente orgulloso el director del festival, Ángel Sala, que aseguró que refleja el espíritu del certamen y sus esfuerzos por cambiar el tradicional machismo del género.

Tras diez intensos días, en los que pasaron por Sitges actores como Susan Sarandon o Frank Langella, y directores como Guillermo del Toro o William Friedkin, el festival cerró hoy sus puertas con un récord en la venta de entradas, con un total de 66.136 vendidas, un 10 % más que el año pasado.

Según resaltó Salas, se han producido cerca de 200.000 visionados, que demuestran que el festival «ha dejado de ser un nicho».
Salas ya anunció que el ‘leit motiv’ del próximo festival será «2001, una odisea en el espacio», en el 50 aniversario de la mítica cinta de Stanley Kubrick.

EFE / LR