Macron asume el liderazgo de la lucha contra el cambio climático

Emmanuel Macron desea liderar la lucha contra el cambio climático a nivel mundial. «Estamos perdiendo la batalla» contra el calentamiento global, «no vamos demasiado deprisa y ése es el drama», aseguró ayer durante su discurso de inauguración de la cumbre One Planet. La «falta» que, según Macron, cometió Donald Trump cuando anunció en junio que Estados Unidos abandonaba el Acuerdo de París sobre el calentamiento climático, la COP21, le deja vía libre para intentar buscar la forma de llegar a buen puerto por otros caminos. Como dijo ayer el presidente francés, «lo que salvará el clima ya no son las grandes cumbres diplomáticas clásicas, sino una movilización de cada día, aguijonazos permanentes y el conjunto de componentes de la sociedad».

Sin embargo, Macron no busca la confrontación con Trump, y ayer le tendió la mano. «Estoy bastante seguro de que mi amigo el presidente Trump va a cambiar de opinión en los próximos meses o años. Debe comprender su gran responsabilidad frente a la Historia», comentó el presidente galo durante su intervención ante media centena de jefes de Estado y Gobierno presentes en París para participar en la cumbre que en la mente francesa toma el relevo de la COP21 celebrada en 2015.

El presidente de la República ofreció a sus invitados un almuerzo de trabajo en el Palacio del Elíseo, tras lo cual se desplazaron todos ellos en un «bateau-mouche» desde el Puente Alexandre hasta la Isla de Seguin, donde se celebraba la cumbre. Mariano Rajoy; la primera ministra británica,Theresa May; el rey de Marruecos, Mohamed VI, o el presidente de México, Enrique Peña Nieto, viajaron junto al resto de personalidades. Macron lamentó que la representación estadounidense se limitara al nivel de su embajada. Sin embargo, pudo felicitarse de la presencia de buen número de dirigentes que no consideraron necesario asistir a la COP 23 hace tres semanas en Bonn, pero que han querido responder positivamente a la invitación del presidente francés.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, que se encontraba entre los invitados, se muestra optimista y no ve la salida de Estados Unidos del acuerdo de la COP 21 como una fatalidad: «Es muy interesante lo que ha provocado el hecho de que un país haya dicho que en dos o tres años se saldrá legalmente del acuerdo de París. Es interesante y estimulante, es una especie de galvanización de la voluntad política de los demás países para decir que continúan». Gurría recordó también que la OCDE tiene «constancia» de que en 2016 las emisiones de gases efecto invernadero de Estados Unidos se han reducido un 14%, y ello gracias a la voluntad de gobernadores, alcaldes, empresas, universidades y otros sectores de la sociedad civil. «El problema –añadió Gurría– es que otros países con menos cultura ecológica tomen como excusa la postura de Estados Unidos». Éste era uno de los objetivos de la cumbre convocada ayer por Macron, lograr que el mundo comprenda, incluidas las grandes empresas, que pueden ir hacia adelante en la lucha contra el cambio climático aunque el líder actual de Estados Unidos quiera darle la espalda. El problema estará ahora en encontrar los 3.000 millones de dólares con los que EE UU se comprometió a contribuir en el fondo verde de la ONU, y de los que sólo han vertido la tercera parte.

Source: La Razón

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