Detectarán la insuficiencia cardíaca con la saliva

Un grupo internacional de investigadores está diseñando un dispositivo portátil capaz de detectar una dolencia de tan grave consecuencias como la insuficiencia cardíaca simplemente a partir de muestras de saliva.

El proyecto, llamado plataforma KardiaTooly, está financiado por la Comisión Europea con 4,9 millones de euros, dentro del programa marco Horizonte 2020, y cuenta con la participación de 14 socios de distintos países, entre ellos el español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que aporta a un grupo de científicos.

El dispositivo permitirá un diagnóstico rápido, fácil y eficiente de la dolencia, así como una atención sanitaria personalizada y mejorada para los pacientes que sufren insuficiencia cardíaca. Consistirá en un dispositivo portátil, KardiaPOC (POC para point of care), que servirá para detectar de una manera rápida y precisa los biomarcadores de la insuficiencia cardíaca.

El aparato llevará acoplado el dispositivo KardiaLOC, un laboratorio-en-unchip de un solo uso y de bajo coste, que integrará sensores, actuadores, sistemas microelectromecánicos y microelectrónicos, bioquímicos, y nanopartículas magnéticas funcionalizadas, para detectar los biomarcadores a partir de muestras de saliva, según explica el CSIC en un comunicado.

El equipo del investigador Joan Bausells, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM), trabajará en los sensores de silicio microelectrónicos que detectarán los biomarcadores, y colaborarán en el diseño del KardiaLOC.

Por otra parte, el investigador Francesc Teixidor y su equipo en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) trabajarán en la síntesis y funcionalización de las nanopartículas magnéticas, que constituirán el soporte para los anticuerpos específicos para cada biomarcador.

Además, el dispositivo también incluirá un software de apoyo a la toma de decisiones, KardiaSoft, basado en técnicas de modelos de predicción, que analizará los datos recogidos en el KardiaPOC, y otros datos del paciente, a fin de proporcionar información sobre el diagnóstico y la monitorización de la terapia, explica el CSIC.

El consorcio encargado de sacar adelante el proyecto está formado por cinco universidades, cinco centros de investigación, dos pequeñas y medianas empresas, y dos socios industriales: la Escuela Normal Superior de Lyon (Francia), la Universidad de Pisa (Italia), la Universidad Ioannina (Grecia), la Universidad de Surrey (Reino Unido), la Universidad College de Dublín (Irlanda), la Fundación griega para la Investigación y la Tecnología (Grecia), el Consejo Nacional de Investigación (Italia), el Instituto Fraunhofer de Circuitos Integrados (Alemania), Micron Microtechnologies (Países Bajos), BioTray (Francia), Imec (Bélgica), ValoTec (Francia), EnaChip (EEUU), y el Instituto de Ciencias de Materiales de Barcelona (ICMAB) y el Instituto de Microelectrónica de Barcelona-Centro Nacional de Microelectrónica (IMB-CNM), pertenecientes al CSIC.

Source: La Razón

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