Acaban los sanfermines con una jornada llena de emociones

Los sanfermines de 2018 tocan hoy a su fin con una jornada cargada de mociones, desde el veloz encierro que han corrido los toros de Miura, sin heridos por asta, hasta el «Pobre de mí» que esta medianoche despedirá definitivamente las fiestas en la plaza del Ayuntamiento.

Acaban los sanfermines con una jornada llena de emociones

Nueve días de fiestas con ocho encierros que se han caracterizado por su limpieza y velocidad, el más rápido el de esta mañana, con una duración de dos minutos y doce segundos.

La torada de Miura, ganadería legendaria ya con 52 encierros en Pamplona, ha corrido como suele hacer, desentendida de los mozos, aunque pese a ello se han vivido varios momentos de tensión y peligro.

Tras una carrera limpia y compacta desde la salida de los corrales de Santo Domingo hasta terminar la calle Mercaderes, los toros han chocado contra el vallado de Estafeta, donde el que cerraba grupo ha caído al suelo.

A partir de este momento, el animal se ha quedado separado de sus hermanos unos metros, y la torada, siempre liderada por toros, no por cabestros, ha comenzado a estirarse y ha abierto huecos que han permitido a los corredores acercarse a las astas.

El mayor peligro se ha vivido en Telefónica, donde uno de los Miura ha caído al suelo contra el vallado derecho y sobre él dos de sus hermanos, empotrando entre los tres y los maderos a varios corredores.

Ha sido justo al deshacerse este pequeño montón cuando un toro colorado que estaba en él, de nombre Aguilito, ha enganchado a un joven por el pañuelo rojo de fiestas y así lo ha arrastrado hasta que ya en el callejón de entrada a la plaza la tela se ha roto y el mozo se ha podido zafar.

Al final del encierro, siete corredores han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra, ninguno de ellos herido por asta.
Según el parte médico, dos sufren traumatismo craneal grave, un joven alavés de 21 años y un madrileño de 32, y el resto presentan traumatismo craneal, lumbar y contusiones torácicas, todos de carácter leve.

Un balance que, sumado a los de días precedentes, hace de estos encierros los más limpios de los últimos años.

En total, ha sido atendidos en el Complejo Hospitalario de Navarra 42 corredores y solo dos de ellos con heridas por asta, un navarro que el día 7 fue empitonado en Santo Domingo y ya ha sido dado de alta y un joven salmantino que ayer fue corneado en la zona axilar del brazo izquierdo y, aunque sigue ingresado, su estado es menos grave.

Esta limpieza de los encierros también la ha destacado hoy el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, que ha calificado de «magníficos» los sanfermines de 2018 por esto y por el ambiente de la calle y la ausencia de incidentes graves.

Asiron ha hecho este balance aún provisional a su llegada a la iglesia de San Lorenzo, donde esta mañana ha tenido lugar la «octava» de San Fermín, tras la procesión que ha hecho la corporación acompañada de La Pamplonesa, danzaris y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos.

Y tras la despedida al santo, la despedida de la Comparsa en la plaza del Ayuntamiento, tras hacer las delicias de pequeños y mayores con su música y sus bailes cada mañana de fiestas.

Emociones que en este 14 de julio se suceden como cada año hasta terminar la jornada pasada la medianoche, ya que tras la corrida de esta tarde, con Rafaelillo, Rubén Pinar y Pepe Moral, pamploneses y visitantes del fin de semana se prepararán para decir adiós a estos sanfermines y comenzar la cuenta atrás para los de 2019.

Será en la plaza del Ayuntamiento, el mismo lugar en el que a las 12 del mediodía del 6 de julio el grupo de rock Motxila 21 lanzó el chupinazo, y como entonces acudirán de nuevo miles de personas, aunque esta vez para entonar el «Pobre de mí» cuando se quiten del cuello los pañuelos rojos. EFE / RA

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Source: Informe21

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