«Sólo uno de cada tres niños con cardiopatías congénitas necesita intervención quirúrgica»

1- ¿Qué es una cardiopatía congénita? Son alteraciones de la formación del corazón que están presentes desde su formación. Se clasifican básicamente en aquellas que producen insuficiencia cardíaca o las que producen cianosis (aspecto azulado de la piel). Algunas son graves, debutan tras el nacimiento y precisan medicinas para estabilizarlas manteniendo una estructura fetal que se llama ductus, hasta que se intervengan. Otras son leves y se diagnostican porque el niño tiene un soplo cuando es algo mayor.

2- ¿Cuántos niños existen en nuestro país con cardiopatías congénitas?

No se sabe exactamente, pero se calcula que uno de cada 100 recién nacidos la tiene. Se estima que cerca de 4.000 niños nacen al año. Hay que señalar que las cardiopatías congénitas ya no sólo son enfermedades de niños, sino que al mejorar los tratamientos y sus resultados hay una población adulta joven con cardiopatías congénitas posiblemente mayor que la pediátrica.

3- ¿Por qué aparecen?

Las cardiopatías congénitas no tienen una causa concreta. Se piensa que hay factores genéticos predisponentes, pero no en un solo gen, y factores ambientales. Hay síndromes que con frecuencia las asocian o enfermedades maternas como la diabetes o patologías reumatológicas que pueden asociarse. Hay algunas otras cardiopatías como las que llamamos familiares o hereditarias que se asocian con la muerte súbita, como son las miocardiopatías, las canalopatías (enfermedades de la electricidad cardiaca) o de la aorta que tienen su origen en problemas de unos genes que podemos estudiar actualmente.

4- ¿Cómo se diagnostican?

Pues con una buena historia clínica, la exploración o la auscultación de un soplo o de una arritmia. Aunque las técnicas que más nos ayudan son la ecocardiografía y el electrocardiograma. Los realizamos de forma rutinaria en las consultas de alta resolución. El diagnóstico en el embarazo es posible en la mayoría de los casos mediante la ecocardiografía fetal si es realizada por expertos.

5- ¿Qué consecuencias tienen para la salud del niño?

Los niños pequeños con cardiopatías pueden no crecer bien, estar fatigados o cansados cuando son mayores. El riesgo no suele ser inmediato, salvo en casos de cardiopatías severas de debut neonatal o formas con riesgo de muerte súbita como las referidas anteriormente. En general son cuadros progresivos, que se controlan con medicinas y se suelen resolver completamente con intervenciones. Existen algunas cardiopatías que no dan síntomas y se pueden resolver espontáneamente.

6- ¿Cuáles son las intervenciones quirúrgicas más habituales por las que pasan los niños con cardiopatías congénitas durante los primeros años de su vida?

Se calcula que sólo uno de cada tres niños con cardiopatías congénitas necesitan ser intervenidos. Actualmente realizamos intervenciones en mayor número por técnicas de cateterismo (intervencionismo percutáneo) que por cirugía convencional. Los métodos se han simplificado y en el caso de la cirugía una gran parte se pueden realizar mediante técnicas mínimamente invasivas. Las intervenciones quirúrgicas más habituales se realizan mediante la ayuda de una bomba de circulación extracorpórea. En su mayor parte son completas, en algunos casos muy complejos se realizan técnicas paliativas (como la realización de cirugía de Fontan para crear una circulación univentricular). Las intervenciones por cateterismo suelen ser cierre con dispositivos de comunicaciones, la dilatación con balón de válvulas estrecha o la colocación de muelles (stent) en vasos estrechos. También se pueden colocar válvulas por vía percutánea o marcapasos sin cables. Ahora también se colocan desfibriladores subcutáneos. Si las operaciones convencionales no funcionan se realizan trasplantes cardiacos. Actualmente en niños pequeños se pueden realizar con donates de grupo sanguíneo no compatible.

7- ¿Qué mejoras en cuanto al diagnóstico y tratamiento de las cardiopatías congénitas se han producido en los últimos años gracias a la innovación tecnológica?

Pues los avances han permitido hacer cirugías más complejas con mayor seguridad si hay que esperar la recuperación del músculo cardiaco que falla como son los dispositivos de asistencia ventricular. En cuanto a los dispositivos de intervencionismo se han adaptado a pacientes pediátricos, por ejemplo para niños prematuros y de pesos bajos. Las operaciones más complejas se pueden hacer con técnicas híbridas: cirujanos y hemodinamistas juntos. Se emplean medicinas que permiten manejar complicaciones como la insuficiencia cardiaca severa, el rechazo en el trasplante o la hipertensión pulmonar. Se emplean anticuerpos frente a infecciones que no tienen vacunas, como la bronquiolitis por VRS, para prevenir problemas que pueden complicar el manejo de los niños con cardiopatías severas.

8- ¿Qué aportan las unidades especializadas en cardiopatías congénitas?

Los centros de referencia y los especialistas aportan la concentración de experiencia en un grupo de enfermedades muy variado y que mejora con la concentración de experiencia y técnicas. Al paciente le permite ,además de tener seguridad en los resultados, conocer a otros afectados y familias, así como poder contactar con organizaciones de familiares, como Menudos Corazones, que le ayudarán a su recuperación física, psicológica y le apoyarán si tiene otros problemas sociales.

9- ¿Las unidades especializadas son el lugar de referencia para el seguimiento del paciente en su infancia?

El seguimiento se realiza con frecuencia alrededor de las operaciones, pero se basa en la coordinación entre centros y especialistas. Es recomendable no sólo tener un centro de referencia especializado, sino un cardiólogo pediatra de cercanía y que se trabaje en coordinación con el pediatra de Atención Primaria. Cuando el niño ha crecido es preciso realizar la transición a centros y especialistas de adultos, con la colaboración de cardiólogos pediatras y de adultos especializados. También es importante ofrecer cuidados específicos para realizar actividades deportivas, previo a la concepción o durante el embarazo.

10- ¿Los niños con cardiopatías congénitas pueden llevar una vida normal durante su etapa adulta?

Rotundamente sí en su gran mayoría. Ese es nuestro objetivo. Hemos conseguido disminuir la mortalidad operatoria inmediata global a cifras menores del 3%. Pero nuestro reto es disminuir la posibilidad de secuelas como los problemas neurológicos o los psiquiátricos o el riesgo de muerte súbita a largo plazo. Estamos realizando programas de rehabilitación cardiaca infantil en aquellos casos en los que había limitaciones, siempre con seguridad y con el objetivo final de la integración social plena.

Source: La Razón

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