La Policía deja libre a un camarógrafo capturado por encapuchados en Nicaragua
La Policía de Nicaragua dejó en libertad al camarógrafo de un canal de perfil independiente que había sido capturado por hombres encapuchados y llevado a una cárcel policial para ser interrogado, informó hoy la televisora para la que trabaja.
El camarógrafo René Cuadra fue capturado y liberado este sábado en medio de una crisis sociopolítica que ha dejado cientos de presos políticos, desaparecidos y fallecidos desde el estallido social de abril pasado, en el contexto de las protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Durante su estadía en la cárcel de «El Chipote», que en los últimos 10 años ha recibido denuncias de ser un centro de torturas de la Policía nicaragüense, Cuadra fue obligado a quitarse la ropa y hacer sentadillas, también fue interrogado, señaló el canal 100 % Noticias, para el que trabaja.
«Me dijeron que si yo seguía jodiendo me iban a desquebrajar la vida», dijo el camarógrafo, al canal.
El canal para el que trabaja Cuadra ha denunciado ser blanco de constantes agresiones por parte del Gobierno, que lo ha sacado del aire en varias ocasiones, le anuló la señal vía satélite y ha retenido en la carretera a su dueño Miguel Mora, quien ha afirmado de forma reiterada recibir amenazas de muerte.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ya ha advertido la crítica situación que atraviesan los periodistas de Nicaragua en medio de la crisis.
Tanto la CIDH como la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.
Organizaciones locales identifican hasta 545 muertos, así como 610 «presos políticos».
Ortega, quien rechaza cada señalamiento y afirma que se trata de un intento de «golpe de Estado», reconoce 199 muertos y 273 reos, que denomina «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes».
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, debido al saldo mortal en las manifestaciones, tras 11 años de Gobierno.EFE
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Source: Informe21