Vall d'Hebron opera por primera vez en España un cáncer de páncreas de mal pronóstico con radiofrecuencia

No hace ni un año, la doctora María José del Valle estaba de vacaciones en Alicante cuando se vio el brazo de color amarillo. ¡Ójala hubiera sido el efecto óptico de unas gafas polarizadas! Pero cuando preguntó a sus amigos, un grupo de médicos, todos coincidieron en que tenía ictericia en el brazo.

Enseguida sospechó del páncreas, aunque el primer diagnóstico fue una diabetes. Fiel a su instinto insistió en que le miraran el páncreas y un TAC confirmó sus sospechas: tenía un tumor. El cáncer de páncreas es de muy mal pronóstico porque es muy traidor. Como el de pulmón o pleura aparece y crece en silencio y cuando avisa suele estar en estado avanzado. Por eso, pese a ser el octavo tumor más diagnosticado, en 2019 será la segunda causa de muerte por cáncer. Sólo un 5% sobrevive cinco años después del diagnóstico.

En España, se diagnostican cada año 7.000 personas, cerca de 1.300 en Cataluña. Sólo un 20% puede operarse. El resto tiene una esperanza de vida de 11 meses y el único tratamiento hasta la fecha es una quimioterapia paliativa. Un 40 % de estos pacientes ha hecho ya metástasis y otro 40% tiene el tumor en estado avanzado pero localizado. Sin embargo, no puede operarse porque están rodeados de venas y arterias vitales. Pero una vez más, un equipo de médicos visionarios se ha atrevido a operar este tumor con radiofrecuencia, una técnica que se utiliza en cáncer de pulmón o riñón.

Por ahora, esta nueva cirugía forma parte de un ensayo clínico llamado PELICAN. Se trata de un estudio europeo multicéntrico. En España, sólo participa el Hospital Vall d’Hebron. Y ayer informó de que gracias al impulso de la Fundación Bancaria «La Caixa» han podido hacer ya tres cirugías. Uno de los tres pacientes intervenidos es María José del Valle. Aunque el ensayo todavía está en fase III, es decir, todavía es experimental, el jefe del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplantes, Ramon Charco, dice que pese a no tener resultados clínicos, los tres pacientes operados han pasado de estar cansados a no tener molestias y recuperar la energía tras la operación. «Yo hago vida normal», corrobora Del Valle.

Hay que esperar dos años para tener los resultados del ensayo. Pero si son buenos, a partir de 2020 o 2021 la radiofrecuencia intraoperatoria puede ser una alternativa para los enfermos de cáncer de páncreas avanzado y localizado.

La doctora Elizabet Pando detalla que para esta cirugía se utiliza una aguja de entre 0,8 y 3 centímetros de grosor. Está a 80 grados y la idea es pinchar el centro del tumor y abrasar las células cancerígenas. Por otro lado, esta técnica facilita que las células tumorales se expongan para que el sistema inmunitario las ataque. Resulta que los tumores en el páncreas están protegidos por una red de células y al romper este escudo con la aguja algunas células cancerígenas se escapan a través del sistema circularorio. Lo que se espera es que el ejército de células inmunitarias ataquen a las células malas.

El jefe clínico de Cirugía Pancreática, Joaquim Balsells, precisó que la radiofrecuencia intraoperatorio es una técnica pionera que no puede hace cualquiera. «Se precisa un equipo muy experto y pluridisciplinar y , por ahora, sólo se puede hacer en centros de tercer nivel como el Vall d’Hebron». Balsells destacó la capacidad técnica del radiólogo intervencionista, Xavier Serres, que debe insertar la aguja en la zona tumoral con mucha precisión para no dañar el duodeno u otros órganos, venas y arterias vitales. De hecho para evitar daños mayores, durante la internvención se introducen fluidos refrigerantes que llegan al intestino para evitar que el resto de órganos se calienten en exceso.

Source: La Razón

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