¿Qué es el ramen y por qué se ha hecho tan popular?

La gran característica que define al ramen japonés, y que lo diferencia de la sopa china, está en el caldo. Podríamos decir que es la base, el alma de un buen ramen, lo que define el plato y marca su calidad.

¿Qué es el ramen y por qué se ha hecho tan popular?

Es extraño pensar hoy que hasta hace poco la gastronomía japonesa nos era tan desconocida y exótica. A pesar de que mucha gente sigue pensando que en Japón comen sushi a diario, que no se vea como algo raro ya me parece un gran avance. Pero el sashimi, makis y demás ya no son la novedad, el ramen es el plato japonés que más triunfa.

Gracias a mi afición por el manga y el anime conocí el ramen hace ya muchos años, cómo no, con Naruto. Al conocido personaje le encantaba devorar cuencos de sopa de fideos con ingredientes variados a la velocidad del rayo, como si fuera el más exquisito manjar. Ahora el ramen se cuela en la carta de muchos restaurantes, e incluso cada vez hay más locales especializados en este plato. ¿Cuál es su secreto?

Un plato típico japonés reciente que nace en China

Hay que empezar señalando que el ramen no es un plato de creación puramente japonesa, más bien hablamos de cocina fusión con China y su adaptación a distintas tradiciones. A diferencia de los soba de alforfón, el ramen se prepara con fideos de trigo de tipo chino, de los que podemos encontrar hoy en otros restaurantes asiáticos.

El primer gran contacto de los japoneses con la cocina china llegó a partir de mediados del siglo XIX, cuando el país nipón abrió sus fronteras al resto del mundo y empezaron a llegar viajeros, comerciantes y emigrantes de otras culturas. La sopa china de fideos pronto se hizo popular ya que era nutritiva, sabrosa y muy económica, aunque el verdadero auge llegaría después de la II Guerra Mundial.

Los japoneses fueron adaptando las recetas chinas y no tardaron en extenderse por todo el país locales y puestos callejeros de venta de ramen, apareciendo distintas variedades y especialidades según las regiones. Empezó llamándose Shina-soba o Chuka-soba, “sopa de fideos chinos”, pero hoy el término ramen está totalmente extendido y asimilado por todo el país.

La gran característica que define al ramen japonés, y que lo diferencia de la sopa china, está en el caldo. Podríamos decir que es la base, el alma de un buen ramen, lo que define el plato y marca su calidad. Cada chef aporta su toque especial y se toma muy en serio la preparación de un caldo realmente sabroso y reconfortante, y su elaboración requiere dedicarle tiempo, sin prisas.

Resulta curioso pensar que el ramen apenas lleva más de un siglo en Japón, siendo hoy uno de los platos más cotidianos y populares de todo el país. Se prepara en las casas familiares, hay miles de versiones instantáneas y es una comida habitual para el día a día, sobre todo en los puestos callejeros. También hay restaurantes de ramen famosos con recetas secretas y su presencia en la cultura popular es constante. El ramen conquistó Japón y ahora el mundo entero.

Anatomía del ramen: partes esenciales

A grandes rasgos, el ramen es un cuenco de sopa de fideos de trigo preparado con un caldo muy aromático y acompañado de distintos ingredientes, que se añaden a modo de toppings. Puede ser una sopa caliente o fría, con carne, pescado o vegetariana, picante o más dulce, incluso hay versiones secas. Lo habitual es preparar el caldo por un lado, servirlo en cuencos con los fideos y coronarlo con el resto de componentes.

Tare タレ

Es algo así como la esencia de la sopa, una especie de salsa muy concentrada de sabor que se coloca normalmente en el fondo del cuenco antes de añadir el caldo. Suele ser a base de salsa de soja, miso, sake o mirin, entre otros ingredientes.

Caldo

Es el alma auténtico del ramen, para el que no se debe escatimar en la calidad de los ingredientes ni el tiempo en prepararlo. En la cocina occidental también sabemos que en un buen caldo está el secreto de muchos platos, y nunca hay que meterle prisa. Cada cocinero tiene su receta y sus trucos, y los hay de carne, pollo, pescado o vegetales. Dada su riqueza y variedad es difícil clasificarlos, aunque podríamos distinguirlos según la consistencia o ligereza.

Los principales son:

Tonkotsu 豚骨. Con huesos de cerdo, es de los más populares pero no el más sencillo. Requiere una cocción meticulosa y produce un caldo gelatinoso, espeso, de color blanquecino, muy sabroso. Shio 塩ramen. “De sal”, este caldo es más ligero y casi transparente, elabroado a base de huesos de pollo.

Miso 味噌. A un caldo de verduras o de pollo se incorpora pasta de miso o soja fermentada, que dará resultados distintos según la variedad. El miso añade muchísimo sabor umami y es muy digestivo.

Shoyu 醤油. Puede presentar muchas variaciones pero lo que no falta en este caldo es la salsa de soja, normalmente con huesos de ave y verduras. Es oscuro pero ligero y aromático.

Fideos

Existen muchos tipos distintos de fideos para ramen, si bien todos se elaboran con harina de trigo. “Ramen” (ラーメン) se refiere, de hecho, a los fideos y proviene de las palabras chinas la (estirar) y mian (fideo). Un buen cocinero elegirá el tipo de pasta concienzudamente para emparejarla lo mejor posible con el caldo y el resto de ingredientes.

Los hay más gruesos o más finos, más o menos curvos, etc. Pueden llevar huevo y se elaboran con kansui, agua carbonatada que le da elasticidad y ese color amarillento tan típico.

Ingredientes añadidos

No hay reglas sobre los ingredientes que coronan y acompañan los fideos en esta sopa. Hay ramen de carne, de pescado o totalmente vegetarianos, aunque lo habitual es combinar un poco de todo. Hay especialidades típicas según las regiones y recetas de autor con creaciones exclusivas de cada chef o local.

Son populares la carne de cerdo -chashu, asado y loncheado-, panceta, carne picada, langostinos, cangrejo, moluscos varios, algas, setas, bambú, huevo cocido o crudo, cebolleta… Y está el famoso kamaboko, un pastel de pescado loncheado, blanco y rosa, que si se prepara con la típica espiral se llama narutomaki o, simplemente, naruto.

Aromas, especias y aliños

Para aderezar el ramen se pueden añadir otros ingredientes, como salsa de soja, curry, pasta de ajo, semillas de sésamo, especias togarashi, pimienta sancho, mantequilla, bonito seco en copos -katsuobushi- , aceites aromatizados, etc.

Especialidades de ramen

Como decía, hay muchos tipos de rame diferentes y no dejan de aparecen nuevas recetas . Al no existir una fórmula única o canónica, cada cocinero y en cada familia hay mucho margen para innovar, jugar y ajustar los ingredientes, siguiendo tendencias o los productos de temporada. Pero sí podemos encontrar algunas especialidades más típicas según la región:

Sapporo Ramen. La capital de la isla de Hokkaidō, en el norte de Japón es casi un peregrinaje obligado para los amantes del ramen. Es famoso por la variedad de miso -habitualmente akamiso, rojo-, que produce un caldo potente lleno de sabor y aromas. Los fideos acostumbran a ser algo gruesos y entre los toppings más típicos están los brotes de soja salteados, carne de cerdo asada o picada, maíz, bambú o mantequilla.

Tokyo Ramen . Obviamente en la capital japonesa se pueden encontrar infinitas variedades de ramen, pero hay un estilo típico que identifica la ciudad. Normalmente consiste en un caldo de cerdo, pollo y verduras con salsa de soja, alga kombu, bonito seco y katsuobushi. Los fideos suelen ser muy curvos y lo habitual es servirlo con carne de cerdo.

Hakata Ramen. De Fukuoka, prefectura de la isla Kyūshū donde abundan los platos de cerdo. Aquí es típico, obviamente, el Tonkotsu ramen, preparado con un caldo de huesos de cerdo que a veces se cuecen durante días para liberar toda la grasa y el colágeno. Los fideos son finos y el caldo se puede condimentar a veces con miso o salsa de soja. Sésamo, ajo, cerdo, jengibre, takana -hojas de mostaza encurtidas- o alga nori son ingredientes habituales.

Kumamoto Ramen. Prefectura de la misma isla, más al sur, que desarrolló su propia variedad de ramen, con un caldo algo más ligero para el que se suele añadir pollo. Los fideos también son lisos pero algo más gruesos, y entre los toppings habituales destacan setas kikurage, repollo, brotes de soja y el ajo. Lo más característico de Kumamoto es el mayu, una especie de salsa espesa negra hecha de ajo tostado con aceite de sésamo.

Kyoto Ramen. En Kyoto predominan dos tipos de ramen: el más espeso kotteri-kei y el más ligero assari-kei. Con base de salsa de soja, el Kotteri-kei suele llevar carne de pollo, cebollas kujnoegi, pasta picante y algas.

Asahikawa Ramen. Es la segunda ciudad más importante de Hokkaidō y también tiene su ramen particular. Aquí destacan los caldos de base de soja, de pollo, cerdo o pescado, con fideos finos y curvos. Es típico encontrar una capa de grasa en la supeficie, que ayuda a conservar el calor en los meses más fríos. En los suburbios de la ciudad se encuentra la Asahikawa Ramen Village, con ocho locales de los restaurantes de ramen más famosos de la ciudad.

Hakodate Ramen. Ciudad portuaria en el sur de Hokkaidō, algunos defienden que es la cuna del Shio ramen, y es sin duda la tipología predominante. Aquí el ramen por tanto es de un caldo ligero, más suave y transparente, amarillento, con fideos no muy gruesos. Pueden servirlo con todo tipo de ingredientes, siendo el cerdo, el alga nori las espinacas y el naruto algunos habituales.

Tsubame-Sanjo Ramen . Tsubame y Sanjo son dos ciudades situadas en una zona especialmente fría del país. Y eso se combate con sopas sustanciosas: el ramen se sirve con un caldo enriquecido con abundante grasa de cerdo. Los fideos además suelen ser gruesos y se sirve con cebolla blanca cruda picada, además de carne y verduras.

Yokohama Ie-kei Ramen. En Yokohama los fideos del ramen son muy gruesos y el caldo se prepara con cerdo y salsa de soja, siendo especialmente salado y graso. Normalmente se puede pedir el nivel de sal y grasa al gusto, incluso el punto de cocción de los fideos. El alga nori no suele faltar a la hora de servirlo, y también son típicas las espinacas. EN Yokohama está además el museo del ramen.

Nagoya Taiwan Ramen. En Nagoya este plato se conoce más como Taiwan ramen, ya que se diferencia de la gran especialidad local, la sopa kishimen. Este ramen se quedó con el nombre de un cocinero taiwanés que empezó a servir una versión de la sopa china de su tierra a los japoneses. El caldo lleva una base de soja y normalmente se añade carne picada de cerdo y abundante ajo.

Akayu Ramen. Este peculiar ramen surgió en los años sesenta de la mano de un cocinero local, que tuvo la idea de añadir una bola de pasta de miso rojo a las sobras de una sopa de fideos. Perfeccionó la receta y ahora el ramen de Akayu se distingue por su mezcla de sabores dulces y picantes, ya que el caldo de miso se corona con una pasta de mezcla de soja fermentada, guindilla y ajo que se disuelve en la sopa. Los fideos son gruesos y se suele aderezar con alga aonori en polvo.

Kurume Ramen. Esta ciudad de Fukuoka es famosa porque se dice que aquí nació el Tonkotsu ramen por accidente, cuando un cocinero olvidó al fuego el caldo de cerdo que estaba preparando. La base de la sopa es por tanto un caldo espeso, graso, de color lechoso por el colágeno y el tuétano de los huesos de cerdo. Es cremoso y muy sabroso, con mucho cuerpo.

Tokushima Ramen . El ramen de la capital de la isla de Shikoku es muy popular entre los apasionados de este plato. El caldo es especialmente gustoso, y se dice que empezó a elaborarse aprovechando los restos de carne de cerdo de la industria de jamón de la zona. Añaden una salsa de soja particularmente fuerte que enriquece mucho la sopa, y es típico coronarlo con huevo crudo y panceta.

Kitakata Ramen. En la prefectura de Fukushima se encuentra esta pequeña ciudad en la que el ramen se toma con extrema devoción, incluso en el desayuno. No se suelen complicar demasiado y la base es un caldo ligero de soja sin demasiados toppings, pero con unos fideos hechos a mano, curvos pero planos, y algo gomosos. Aquí surgió también la ramen burger.

¿Cuál es el secreto de su éxito?

Se dice que es el plato de moda aunque no me gusta esa denominación, porque hoy parece que lleva cierto matiz negativo. Puede que sí sea tendencia y cada vez más conocido, pero lo es por méritos propios y no por ser la moda obligatoria del momento. Si el ramen se apoderó de Japón en tan pocos años y ahora está conquistando el mundo, será por algo.

Un buen plato de ramen te atrapa porque es reconfortante, nutritivo y lleno de sabores y aromas que alimentan el cuerpo y el alma.

¿No ocurre lo mismo con nuestros queridos platos de cuchara? Esos guisos preparados con mimo, que tan buenos recuerdos nos traen, preparados con la calma del chup-chup y que se degustan sin complicaciones. Son humildes en apariencia, pero riquísimos y complejos en matices de sabor y sensaciones.

El ramen se puede complicar todo lo que el cocinero quiera, usando ingredientes más o menos exclusivos, pero en realidad es un plato económico. Esa fue la primera clave de su éxito, era el plato ideal para alimentar a gente sencilla trabajadora, que tenía poco tiempo para detenerse a comer. Además son recetas muy completas, nutricionalmente hablando, y hay opciones para todos los gustos.

No hace falta ir a un restaurante elegante ni complicarse a la hora de comer para devorar un cuenco de ramen. Las ciudades están llenas de locales sencillos y muchos puestos callejeros o yatai, que despachan platos de ramen a gente de todo tipo y casi a cualquier hora. Casi podemos hablar de fast food japonés, a pesar de que tras esos caldos tan ricos sabemos que hay horas de dedicación.

En realidad gusta tanto a los japoneses que hay un mercado enorme de ramen instantáneo, tanto para preparar en casa como para tomar en el momento. Son muy populares en el formato de tipo vaso, del que hay otras recetas de tallarines y sopas. Generalmente solo hay que añadir agua caliente y esperar unos minutos antes de comer. Es una solución rápida y barata para calmar el estómago, pero nunca podrá igualar a un ramen auténtico natural.

Puede parecer un plato para el invierno, pero se disfruta incluso en el caluroso verano japonés. Dejando que se temple un poco, es de hecho una buena comida para mantenerse hidratado y regular la temperatura corporal, y también hay versiones frías. Si os queréis animar a probar un ramen casero, tenéis esta sencilla receta para empezar, o podéis hacer vuestra versión a partir de un buen caldo, fideos tipo noodles y añadiendo lo que más os guste.

¿Y para comerlo? No hay protocolo como en el sushi, de hecho, hazte a la idea de que habrá ruido, salpicaduras y alguna que otra mancha. Es la comida informal por excelencia y además es mejor ser muy rápidos. Con ayuda de los palillos se toman pequeñas cantidades de fideos y/o toppings, y se aspira con la boca haciendo ruido. Se puede usar la cuchara para comer mejor o para tomar el caldo, que también se puede beber directamente del cuenco. No hay muchas reglas.

Fuente: Directo al paladar

CC

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Source: Informe21

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