El páncreas artificial, una opción terapéutica para controlar la glucosa y evitar las hipoglucemias

Los pacientes con diabetes tipo 1, entre un 5 y un 10% del total, sueñan con una terapia que pueda devolver la funcionalidad a su páncreas y llevar una vida normal. En ese empeño anda la comunidad científica, en busca del diseño «perfecto» del «páncreas artificial». Esta semana con motivo del congreso de la EASD, en la revista «The Lancet» publicaban un nuevo estudio que aportaba significativos detalles para la creación de un sistema que lo consigue en un grupo pacientes (44 varones, 42 mujeres) con edades desde los seis años en adelante, repartido aleatoriamente entre el supuesto «páncreas artificial» y la tradicional bomba de insulina, durante unas doce semanas. El ensayo lo ha dirigido Roman Hovorka en colaboración con los Laboratorios de Investigación Metabólica de la Universidad de Cambridge, Instituto de Ciencia Metabólica Wellcome Trust-MRC y el Hospital Addenbrooke en Cambridge (Reino Unido).

El trabajo evalúa la efectividad de la administración de insulina en un circuito cerrado, día y noche, en comparación con la terapia con bomba aumentada con sensor en personas con diabetes tipo 1 controlada subóptimamente. En la investigación, no se produjo ningún caso de hipoglucemia grave, aunque sí cabe mencionar que se dio una cetoacidosis diabética en el grupo de circuito cerrado debido al fallo del equipo de infusión. Dos participantes en cada grupo de estudio tenían hiperglucemia significativa, y hubo otros 13 eventos adversos en el grupo de circuito cerrado y tres en el grupo control. Los investigadores recogen, entre sus conclusiones, que «los resultados de nuestro estudio junto con los de estudios previos apoyan la adopción de la tecnología de ciclo cerrado en la práctica clínica en todos los grupos de edad».

Hovorka lleva tiempo trabajando en este sistema y ha publicado otros trabajos sobre el mismo, uno de ellos sobre diabetes tipo 2 en «The New England Journal of Medicine», en junio de este año. La FDA (Agencia de Regulación de Medicamentos de EE UU) aprobó el llamado páncreas artificial en 2016 para pacientes con diabetes tipo 1. Otros grupos de científicos investigan el control automatizado de la glucosa en un proyecto conocido como «páncreas biónico».

Source: La Razón

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