Ciencia: así es cómo dormir ayuda a tu memoria

Dormir es muy importante y es algo que nos queda muy claro todos los días en ese momento en que no podemos más y se nos cierran los ojos.

Pero las horas de sueño sirven para algo más que descansar: mientras dormimos en nuestro cerebro ocurren muchos procesos que no solo tienen que ver con lo que soñamos, sino con otras funciones.

Todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende

Hasta mediados del siglo XX, se consideró que dormir era una actividad más bien pasiva: que si bien no implicaba que el cerebro se “apagara” por completo, si estaba en un modo más bien “latente”.

Y es que cuando dormimos nuestro cuerpo sin duda se relaja: baja la presión arterial y el ritmo de los latidos del corazón, incluso desciende nuestra temperatura.

Pero ahora sabemos que eso no quiere decir que el cerebro deje de funcionar, solo que realiza funciones diferentes a las que hace cuando estamos despiertos.

Y mucha de esa actividad cerebral cumple funciones que están relacionadas con nuestra calidad de vida cuando estamos despiertos.

Cerebro

Yo sueño que estoy aquí

Dormir bien contribuye a la neuroplasticidad del cerebro, que es la capacidad que tienen las redes neuronales para adaptarse y reorganizarse, según las circunstancias.

Hasta hace poco se pensaba que nuestro cerebro tenía esa capacidad solo al crecer, pero actualmente tenemos evidencias de que nuestro cerebro también cambia y se adapta cuando somos adultos.

Y es que neuroplasticidad tiene implicaciones en el aprendizaje y los procesos de memoria, así que eso podría explicar un poco por qué después de varios días de dormir poco o mal, nos sentimos distraídos y con dificultades de concentrarnos, o de recordar.

Hay estudios que muestran que la falta de sueño ocasiona un declive en las funciones cognitivas, como recordar información, aprender cosas nuevas o mantener la atención.

Dormir: ¿Por qué es tan difícil recordar los sueños?

Y los sueños, sueños son

No todas las memorias se forman igual, porque no todas las cosas que recordamos son iguales.

Tenemos memorias de datos: recordar las capitales de los países del mundo; o episódicas: cuando recuerdas eventos de tu vida, como la última vez que fuiste a la playa; y también hay memorias relacionadas con procedimientos: como tocar un instrumento o saber conducir un auto.

Existen estudios que muestran que sobre todo las memorias relacionadas con procedimientos se consolidan mejor cuando dormimos suficiente.

Y ahora también tenemos evidencias de que las memorias relacionadas con imágenes y también con sentimientos, se “fijan” mejor en el cerebro durante el sueño, al menos eso es lo que se ha podido observar experimentalmente con ratones.

Pero aunque no seas un ratón, si quieres que tu cerebro funcione como debe cuando estás despierto, no olvides dormir lo suficiente.


Source: Fayer Wayer

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