Cumbre vaticana: Pasos adelante pero insuficientes sobre abusos

En el año transcurrido tras la histórica cumbre que reunió a la jerarquía de la Iglesia católica para afrontar los abusos a menores en el clero, el papa Francisco ha aprobado normas para facilitar denuncias y evitar el encubrimiento consideradas por las víctimas un paso adelante pero no suficiente.

Cumbre vaticana: Pasos adelante pero insuficientes sobre abusos

El 21 de febrero de 2009 y durante una semana, en una cumbre inédita, 190 personas, entre ellas 114 representantes de las conferencias episcopales y de la Curia, se reunieron en el Vaticano con el objetivo de estudiar medidas concretas para erradicar los abusos, respuestas que han ido llegando durante el año.

Pero las asociaciones de víctimas de abusos por parte del clero, aunque reconociendo la labor del papa, siguen considerando que queda mucho por hacer sobre todo por parte de las conferencias episcopales nacionales.

La iglesia: Cambios profundos en muchas áreas y países

Uno de los miembros del comité organizador de la cumbre y de la comisión pontificia sobre la protección de menores creada por el papa Francisco, el sacerdote Hans Zollner, aseguró a EFE que la reunión «fue un hito al reconocer y aceptar que el abuso de los vulnerables es un problema global y que la Iglesia debe estar a la vanguardia del desarrollo y la implementación de mejores prácticas destinadas a proteger a los niños y a los más vulnerables entre los adultos y salvaguardar su dignidad y oportunidades de crecimiento».

Pero además, Zollner, que es también presidente del Centro para la protección de la infancia de la Pontificia Universidad Gregoriana, concretó que tras el evento se promulgaron varias leyes para combatir los casos de abusos.

En un primer momento, el Vaticano quiso dar ejemplo con la promulgación de las leyes y directrices relativas a la protección de menores y personas vulnerables para el Estado de la Ciudad del Vaticano.

En junio pasado, «el papa Francisco con el motu propio «Vos estis lux mundi» cambió la ley de la Iglesia con respecto a los informes de acoso y violencia y las formas en que los obispos deben asumir las responsabilidades relativas», añadió Zoller.

«Y a partir del 1 de enero de 2020, todos los documentos producidos en procesos canónicos relacionados con casos de abuso sexual pueden entregarse, previa solicitud, a las autoridades legítimas de los respectivos países», agregó en referencia a que se levantó el secreto pontificio para los casos de abusos sexuales.

Ante algunas críticas de no haber hecho lo suficiente, Zollner asegura que «se ha recorrido un largo camino y muchas víctimas lo reconocen».

«Durante un año hemos visto cambios profundos y en muchas áreas y países. Ciertamente continuamos en el camino hacia una iglesia cada vez más segura», señaló.

Nuevas normas para facilitar las denuncias y garantizar transparencia

El «motu propio» «Vos estis lux mundi» (Vosotros sois la luz del mundo) obligaba a denunciar cualquier presunto abuso sexual o de poder por parte de un clérigo, establece el procedimiento a seguir en las diócesis, y exige celeridad en las investigaciones preliminares.

Además este documento obligaba a las conferencias episcopales a crear antes de junio de 2020 un sistema accesible a cualquiera que quiera realizar una denuncia, así como la total protección y asistencia a los denunciantes.

En otra esperada decisión por parte de las víctimas, el papa levantó el secreto pontificio en el caso de los procesos y las decisiones relativas a los delitos «de violencia y de actos sexuales cometidos bajo amenaza o abuso de autoridad, casos de abuso de menores y de personas vulnerables, casos de pornografía infantil, casos de no denuncia y encubrimiento de los abusadores por parte de los obispos y superiores generales de los institutos religiosos».

Pero, además, en la nueva instrucción se establece claramente que «no puede imponerse ningún vínculo de silencio con respecto a los hechos encausados ni al denunciante, ni a la persona que afirma haber sido perjudicada, ni a los testigos».

El balance de las víctimas no es suficiente

«No se ha hecho gran cosa. Ha habido un impulso, una palanca por parte del papa Francisco y sus cercanos colaboradores, pero a nivel general y sobre todo en España no son suficientes», explicó a EFE Juan Cuatrecasas, padre de una víctima y presidente de la primera asociación «Infancia Robada».

Para Cuatrecasas, las medidas aprobadas por el papa Francisco «dependen del lugar donde se han dado, pues en conferencias episcopales en Europa y América que han dado pasos cortos, pero se han dado, pero en España desgraciadamente la Iglesia católica esta en manos de un sector ortodoxo que está poniendo palos en la rueda de las víctimas».

«Estamos a medio camino, es lo mejor que se puede decir después de un año», comentó en un encuentro con la prensa internacional en Roma Matthias Katsch, víctima de abusos por parte de un sacerdote y uno de los fundadores de la red de asociaciones «Ending Clergy Abuse» (Fin de los Abusos del Clero).

«Las víctimas están hablando más con la prensa, que está informando sobre ello. Es un primer paso. Sabemos que la Iglesia por sí misma no va a cambiar las cosas, la opinión pública tiene que presionarla y para eso es muy importante que los supervivientes hablen», agregó.

Para Katsch, «La Iglesia católica vive una crisis mundial en la que estamos todavía dentro. No la hemos superado. El papa ha tratado de cambiar algunas leyes y algunos aspectos, pero no ha tenido el impacto que se necesitaría en todos los lugares».

Los responsables de «Bishop Accountability» (Responsabilidad de los obispos) aplaudieron los pasos dados por Francisco, pero puntualizaron que no en todos los países han tenido el mismo impacto.

En este informe se destacan las diferentes respuestas de los países a las leyes aprobadas por el papa, y en el caso de España se señala que «el 50 % de los casos han surgido gracias a la investigación de los medios» y que «la Iglesia no ha realizado informes internos ni tiene planes para compensar económicamente a las víctimas».

De México, se subrayaba que «se sabe muy poco» de los pasos concretos que se están dando, «más allá de que hay 271 sacerdotes registrados como abusadores de niños y cinco presbíteros condenados por estos delitos pero de los que no se han dado nombres». EFE

EB

Categoria: 

Source: Informe21

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *