¿Qué pasaría si la Tierra girara en dirección contraria?

Este es otro de los casos en los que un «What if…» nos llena la cabeza de suposiciones. Afortunadamente, esta vez fue un grupo de científicos los que se plantearon la duda sobre qué sucedería si la Tierra girase en dirección contraria.

¿Qué pasaría si la Tierra girara en dirección contraria?

O mejor dicho: se propusieron describir cómo sería el planeta si girara de este a oeste. A este movimiento se le llama «retrógrada» por ir en contra de la rotación natural de la Tierra.

Para esto los investigadores presentaron una simulación virtual en la asamblea general de la Unión Europea de Geociencias 2018. En ella se plantea que el Sol rota sobre sí mismo en dirección contraria a la real. Esto causaría que la Tierra girara también en esa misma dirección debido al llamado Efecto Coriolis.

En la simulación se plantea que al menos el planeta lleva 7 mil años realizando su rotación retrógrada. No obstante, para el análisis se toma en cuenta el estado de los últimos mil años de historia.

¿Cómo sería esa «Tierra Retrógrada»?

El co-creador del estudio Florian Ziemen, explica qué ocurriría:

[Invertir la rotación de la Tierra] conserva todas las características principales de la topografía como tamaños, formas y posiciones de continentes y océanos, mientras crea un conjunto completamente diferente de condiciones para las interacciones entre la circulación y la topografía «.

Tal vez los cambios más significativos se darían en los desiertos del mundo. Increíblemente, girar al revés provocaría que los desiertos del Sahara y los de Medio Oriente se llenaran de vegetación. No solo eso, sino que habrían nuevos desiertos en el sur de Brasil y Argentina y en el sur de Estados Unidos. A pesar de la creación de más desierto, el mundo retrógrada tendría más zonas verdes que en el que vivimos. La extensión de los desiertos mundiales pasaría de ser de 42 millones de kilómetros cuadrados a solo 31.

Una diferencia evidente sería el cambio en las corrientes marinas y de precipitaciones en el mundo. Naturalmente, en las latitudes más distantes de los trópicos se experimentarían temperaturas más bajas en la parte oeste de los continentes y más altas en las zonas del este. Esto provocaría que en el noroeste de Europa se dieran inviernos extremadamente fríos.

Por otro lado, la corriente marina que transporta aguas cálidas al Atlántico Norte (AMOC) desaparecería. En nuestra Tierra actúa de manera muy importante en la regulación del clima mundial. Su ausencia sería otra razón para el crítico enfriamiento de Europa. Sin embargo, aparentemente otra corriente en el Océano Pacífico le reemplazaría llevando aguas cálidas al oeste de Norteamérica.

Por último, probablemente las cianobacterias, que son seres microscópicos que realizan fotosíntesis, proliferarían en gran medida en zonas del norte del Océano Índico.

Fuente: fayerwayer / MF

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Source: Informe21

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