Este vehículo construido por estudiantes colombianos logró participar en una competencia internacional de la NASA

Colombia no es precisamente un país que se haya destacado por sus desarrollos en tecnología espacial que le han permitido estar a la par de otros grandes en la materia como Estados Unidos. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya entusiasmo ni curiosidad por proyectos que tengan que ver con el espacio. Así lo demostró un grupo de estudiantes de la Universidad Javeriana que creó un vehículo bautizado como ‘Marco’ y participó en el concurso Human Exploration Rover Challenge de la NASA.

El desafío es básicamente una competencia que reúne a estudiantes de colegios y universidades de todo el mundo para que pongan a prueba vehículos de exploración (rover) en terrenos similares a los de la Luna o Marte. Por supuesto, hechos y pilotados por los mismos estudiantes.

El equipo de la Javeriana trabajó a contrarreloj y con mucho esfuerzo logró terminar la construcción de su vehículo. Ante todo pronóstico en cuanto a tiempo y fondos lograron hacer que su rover ‘Marco’ pisara suelo estadounidense.

Por eso hablamos con Giovanni Viteri, profesor líder del grupo que terminó participando en Alabama:

Marco, el vehículo de exploración colombiano

¿Por qué escogieron el nombre de ‘Marco’?

Marco hace alusión a la relación entre Marte y Colombia. Es como esa unión conceptual de esos dos lugares. Cuando uno piensa en Colombia, las imágenes que llegan a la cabeza no tienen nada que ver con el espacio exterior. Esas asociaciones siempre se hacen con los rusos o los estadounidenses. La idea de unir a Colombia con Marte fue muy inspiradora para los estudiantes.

Por otra parte, también aplica la connotación que tiene con el aventurero Marco Polo. Es un poco la idea de que hay que rebasar los obstáculos no importa el problema que se presente en el camino, hay que afrontarlo y seguir adelante.

¿Cómo fue el proceso de construcción del vehículo?

Yo hice una estructura pensando en el tiempo disponible porque nosotros solamente teníamos dos meses para desarrollar el vehículo. Para agilizar, dividí el trabajo del vehículo en cinco equipos. Hice que cada grupo de estudiantes se especializara en cada sistema. Un grupo empezó a aprender la transmisión, otro la suspensión, otro la estructura, otro las llantas y otro todo el sistema de seguridad y herramientas para el concurso.

Hubo momentos críticos. Llegó un punto, específicamente en Semana Santa, justo una semana antes de que tener que enviar el vehículo a EEUU. Se hicieron grupos de trabajos por relevos. Trabajamos en un taller 24 horas y en ese taller dormían los estudiantes y lo que hacían era generar relevos cada vez que terminaban una tarea.

Por ejemplo, alguien tenía que soldar. Terminaba a las dos de la mañana e iba a despertar a la persona que tenía que hacerle acabados a la soldadura. De esa manera nunca paró el trabajo.

Una vez tuve a los representantes que iban a viajar a Estados Unidos, hice un plan de entrenamiento físico. Nos íbamos al gimnasio de 6 a 7 de la mañana todos los días. El rover debe ser propulsado por la fuerza humana ya que esto es una condición clásica de este reto. Entonces esto hace que la condición física sea una parte fundamental.

Marco, el vehículo de exploración colombiano

¿Cuál fue el resultado?

Marco es un vehículo de 3 ruedas con una estructura plegable de acuerdo a las condiciones estipuladas por la NASA. Se puede tripular por dos personas: un hombre y una mujer.

Las llantas fueron desarrolladas con fibras naturales como mimbre, ramas de helecho y cáñamo. Esto se contrastó con materiales tecnológicos y compuestos, que a partir del manejo de resinas y otros elementos generaba más resistencia a la fibra. Además, a las llantas se les desarrolló un patrón en la superficie que es una figura de la abstracción del Hombre Jaguar de culturas precolombinas.

Hombre jaguar

Logramos clasificar en los requerimientos principales. Primero el peso: había un límite máximo de 95 kilos y  pudimos puntuar exactamente en ese límite.

Luego había una validación de la plegabilidad de la estructura. Es decir, el vehículo debía poder plegarse y entrar en una caja de 1,50m x 1,50m x 1,50m. Su tamaño normal es de 2,40m x 1,4m y aún así se pudo plegar lo suficiente como para pasar la prueba.

¿Cómo estuvo la competencia?

Marco entró a pista y pasó los primeros obstáculos. Logramos pasar por un obstáculo de recoger muestras con las herramientas que diseñamos… Luego entramos en un terreno en zig-zag con algunas texturas bastantes pronunciadas. El vehículo pasó bien por ahí pero más o menos cuando llevábamos un 40-45% de la pista hubo un problema con la cadena de la transmisión trasera que se terminó enredando con un componente de la rueda. Tuvimos que hacerle el mantenimiento y sacarlo pero no pudimos entrar a la pista en el tiempo mínimo. Posteriormente nos permitieron terminar la pista porque al menos hacerlo daba puntuación.

El vehículo básicamente pasó los obstáculos e hizo prácticamente el 45% de la pista que en este reto es un promedio bastante bueno. Es muy difícil que un vehículo termine la totalidad de la pista. De hecho el reto del Rover Challenge es que el vehículo pueda terminarla. Las condiciones son bastante difíciles.

Al final si vemos el balance… Nosotros teníamos un vehículo que desarrollamos en dos meses. Los que se ganaron el premio a mejores novatos llevaron un vehículo que se desarrolló en dos años. Yo creo que hicimos un papel realmente digno. Entre 108 competidores estuvimos entre los 40 primeros.

¿Qué experiencia les dejó el haber participado?

Normalmente los proyectos se estancan porque la primera cosa que tiene uno en la cabeza es “no hay dinero”. Si el proyecto vale la pena y hay entusiasmo y demás, el dinero no tiene que ser un obstáculo. Recolectamos dinero entre nosotros, buscamos patrocinadores, hicimos crowdfunding y hasta pasamos por cada salón de la universidad preguntando si alguien nos quería apoyar en el proyecto.

Además, se compite con seres humanos igual que nosotros pero de otras partes del mundo. Si uno logra meterse en la cabeza que su proceso de pensamiento es equivalente al de cualquier persona en el mundo, puede hacer proyectos a la altura de cualquiera.


Source: Fayer Wayer

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