Día Internacional del Abrazo: Estos son sus beneficios para la salud #21Ene

Los abrazos benefician directamente nuestra salud física y emocional sin importar la relación que tengamos con la persona que abrazamos, es una manifestación de júbilo, alegría y cariño. Por lo general disfrutamos mucho de los abrazos que nos damos con las personas que queremos, pero también son muy efectivos cuando lo hacemos con personas diferentes. Un abrazo es la antesala de una sonrisa y un estado de felicidad interno y externo.

Beneficios de un abrazo

Aportan protección. El ser humano es frágil por naturaleza y necesitamos sentirnos protegidos; nada mejor para lograrlo que un abrazo.

Generan confianza. Si confiamos no tememos afrontar los desafíos que surgen en el día a día. Un buen abrazo te da fuerza para que nada te detenga.

Dan seguridad. La seguridad es esencial en el día a día. Un combustible que generará confianza en ti mismo para lograr las cosas con más eficiencia.

Transmiten fortaleza. Si tienes fuerza, brindarás mucha energía a quien te abraza y también a quien te rodea.

Aumentan la serotonina y la dopamina porque reducen el estrés y la ansiedad. Los abrazos y el contacto físico en general, reducen la producción de una hormona llamada cortisol, la cual favorece el estrés. Al reducir esto se aumenta la cantidad de serotonina y dopamina que darán sensaciones de bienestar y tranquilidad.

Bajan la presión arterial. Gracias a los abrazos nuestro sistema nervioso se activa, se libera la hormona oxitocina y activamos unos mecanorreceptores de la piel llamados Corpúsculos de Pacini, los cuales son los encargados de reducir la presión arterial.

Mejoran el sistema inmune. Al recibir o dar un abrazo nuestro sistema inmunológico se activa y favorece la creación de glóbulos blancos. Gracias a esto podemos prevenir muchas enfermedades y mejorar nuestras defensas cuando nos sentimos débiles.

Salud cardiovascular. Según Karen Grewen, investigadora de la Universidad de Carolina del Norte, los abrazos con las personas que amamos aumenta el nivel de oxitoxina tanto en hombres como mujeres; gracias a esta hormona recibimos grandes beneficios para la salud del corazón y el sistema cardiovascular.

Disminuyen la demencia. Los abrazos nos estimulan, nos dan tranquilidad y equilibran nuestro sistema nervioso, por esta razón desde temprana edad reducen el riesgo de padecer demencia.

Mejoran el estado de ánimo. Cuando estás pasando por un mal momento en tu vida, los abrazos pueden ser la solución para sentir la felicidad. Al elevar la serotonina recuperamos nuestro buen estado de ánimo.

Retrasan el envejecimiento. Cuando abrazamos se estimula el proceso de transportación del oxígeno a los tejidos y gracias a esto nuestro cuerpo prolonga la vida plena de las células evitando que envejezcamos y dándonos más tiempo de juventud.

Relajan los músculos. Los abrazos estimulan la circulación en los tejidos blandos y gracias a esto se pueden calmar dolencias musculares y liberar la tensión.

Elevan la autoestima. Muchos especialistas asocian la autoestima con el contacto físico que recibimos desde que somos niños. Las sensaciones que experimentamos a temprana edad nos marcan de por vida y con esto se incrementa nuestra capacidad de querernos y respetarnos por el resto de nuestra vida.

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Fuente: Tunuevainformacion

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