Bachelet pide una solución para 55.000 yihadistas y sus familiares detenidos

Más de 55.000 miembros del grupo terrorista Estado Islámico y sus familiares están detenidos en Irak y Siria, dijo hoy la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, quien pidió que los primeros sean juzgados de forma justa y los segundos repatriados.

«La detención continuada de individuos que no son sospechosos de crímenes, en la ausencia de un control judicial independiente y legal, no es aceptable», sostuvo.

Bachalet decidió llamar la atención sobre esta situación en su discurso inaugural del Consejo de Derechos Humanos, que empieza un nuevo periodo de sesiones durante el cual abordará situaciones críticas, como las de Venezuela, Sudán, Birmania y la República Democrática del Congo.

La mayor parte de los yihadistas detenidos son sirios e iraquíes, pero también hay excombatientes de cerca de 50 países, algunos de los cuales (Estados Unidos y varios europeos) se muestran reacios a permitir su retorno.

De los detenidos, se sabe que al menos 11.000 son familiares de los yihadistas que se encuentran en el campamento de desplazados conocido como «Al Hol» en la provincia siria de Al Hasaka, en el noreste del país.

Allí la gran mayoría son mujeres y niños que sobreviven en condiciones paupérrimas, sin que hayan sido acusados de ningún delito.

Tanto en ese campamento como en otros lugares en Siria, la ONU calcula que hay un total 29.000 hijos de combatientes extranjeros, de los cuales 20.000 son iraquíes, de menos de doce años.

Bachelet pidió que frente a esta compleja situación se apliquen acciones legales y que todos los sospechosos de crímenes sean juzgados de manera justa porque ésta «es la única manera de proteger a las sociedades de la radicalización y de la violencia».

En Irak unos 150 hombres y mujeres acusados de haber sido miembros del Estado Islámico han sido sentenciados a muerte, «tras juicios en los que no se han seguido las garantías del debido proceso», denunció.

Miles de ciudadanos de diversos países, entre ellos británicos, franceses, alemanes y estadounidenses, emigraron a Siria para unirse al plan del Estado Islámico de crear un califato entre Irak y Siria, y ahora algunos de ellos han evocado la idea de retirarles la nacionalidad para evitar su regreso, con un puñado de casos individuales en los que esto ya ha ocurrido.

EFE / MV

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Source: Informe21

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