Las partículas del fuego de las chimeneas elevan el riesgo cancerígeno

Nuevos trabajos científicos aseguran que la inhalación de las partículas procedentes de las chimeneas provocan cáncer. Así lo ha manifestado la Sociedad Helénica del Cáncer y explica que esto se debe a que la calcinación de madera libera grandes cantidades de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), una clase de productos químicos emitidos cuando se quema carbón, petróleo o madera, así como pequeñas partículas de contaminación en el aire con un diámetro de 2.5 micrómetros o menos (PM 2.5) que penetran profundamente en los pulmones.

La advertencia se hace ahora que un número creciente de habitantes de la ciudad emplea sus chimeneas para mantenerse calientes en medio de las bajas temperaturas, por lo que señalan los riesgos para la salud que supone el abuso de la combustión de madera en entornos urbanos y ha pedido al gobierno griego que prohíba esta práctica e introduzca inspecciones y multas para los delincuentes.

Chimenas, ¿dónde está el riesgo?

La contaminación del aire provocada por la incineración de madera afecta de forma directa a la atmósfera, por lo que también las casas adyacentes sufren las consecuencias, además de a las personas en el interior de las residencias. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aumento de las concentraciones de partículas de contaminación en el aire conduce a una mayor incidencia de cáncer, así como problemas respiratorios y cardiacos. Los estudios realizados hasta el momento han conseguido evidenciar que la quema de madera o pellets libera una mayor concentración de partículas de PM 2.5 que otros combustibles –considerados más perjudiciales– como el gas natural y el petróleo.

Además, desde la OMS se apunta a que el humo en interiores representa un grave riesgo para la salud de unos 3.000 millones de personas que cocinan y calientan sus hogares con combustibles de biomasa y carbón. Unos 4,3 millones de defunciones prematuras ocurridas en 2012 eran atribuibles a la contaminación del aire en los hogares. Por ello, la sociedad griega ha solicitado a los ciudadanos que y busquen otras alternativas que no dañen su salud.

Source: La Razón

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