Codazo de Tassotti a Luis Enrique: imagen imborrable

Wembley dictará este martes sentencia en uno de los mayores clásicos del fútbol europeo. Las sorprendentes Italia y España buscarán romper el equilibrio y clasificarse para la final de la Eurocopa 2021. 37 duelos les contemplan, con 11 triunfos por banda y 15 empates.

Aunque los primeros duelos se remontan a los años 20 y 30, los episodios que anidan en la cabeza de los hinchas son bastante más recientes. Si nos centramos en la Eurocopa, la rivalidad hispano-italiana comienza en 1980 con un duelo de la fase de grupos que acabó sin goles en Milán. Ocho años más tarde, los dos equipos volverían a cruzar sus caminos en la inolvidable Eurocopa de 1988 en Alemania.

Tuvieron que pasar 20 años para que Italia y España se volvieran a medir en una Eurocopa, pero desde entonces ha sido un parar. La de este año será la cuarta fase final consecutiva en la que se cruzan sus caminos (2008, 2012,2016).

 

Tabique roto

El fantasma de cuartos acechaba sin rubor a España, por mucho que hubiera alcanzado la final de la Eurocopa de 1984, la excepción que confirmaba la regla. El duelo del 94 personificó todos los males de la selección española y permanece imborrable en la memoria colectiva.

Tassotti le rompió la nariz a Luis Enrique de un codazo en el descuento, impidiéndole rematar, pero el colegiado Sandor Puhl, imposible olvidar su nombre para una generación de aficionados, no vio nada y ni siquiera amonestó al italiano.

“Quería matar al árbitro y a Tassotti. Estaba descompuesto», explicó Senén Cortegoso, médico de la selección al que inmortalizó la imagen con su mostacho a lo Íñigo mientras secaba la sangre de Luis Enrique. «Al manipularle la nariz, noté el ‘cra, cra…’ Se le colocaban los cartílagos y los huesos». En el intento de calmarlo, el asturiano y el fisio cayeron al suelo «No hay duda de que fue penalti y expulsión -añadió-, pero no pitaron nada. El vestuario era un tanatorio». Ahora por 38° volverán a enfrentarse.

 

RECUADRO:

2008 cambió todo

La primera de las citas consecutivas entre España e Italia  se convierte en uno de los mejores recuerdos de la historia del fútbol español. Se puede decir que fue el comienzo de todo lo que se construiría luego.

Aquel 22 de junio de 2008 en Viena cambió el rumbo de la historia. Ahí, España acabó con un gafe histórico que le acompañaba en cuartos de final y gracias a al decisivo penalti transformado por Cesc Fàbregas para ir a semifinales.

Desde entonces, se volvieron a ver en la final de 2012 donde goleó España 4-0 y en la Eurocopa de 2016 donde Italia tomó venganza (2-0).

EFE

Source: Meridiano

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